El viernes me acosté tempranito, pero no sé, no me podía dormir, tenía como ansiedad, emoción, creo que es lo mismo que sienten los niños la noche antes de ir a Disney…, y es que cuando llego a ese sitio siento que es mi Disney… provoca tener la casa vacía y poder comenzar de “O” con la decoración.Bueno, el sábado nos fuimos a Ikea, los integrantes de la expedición: Vecis Cho y Du (expertos en este campo y reincidentes como yo), y dos chicas nuevas; la Prima de los vecis y la Veci MJ, se les dio el training correspondiente a las principiantes y al ataque mis valientes… El osado del día fue Du, pues no se le puede llamar de otra manera, no se fue con una mujer a ese lugar de perdición y vicio, Noooooo, el tipo se metió allí con CUATRO mujeres…. Se podrán imaginar que ya a lo último el pobre se sentaba en cuanto sillita veía, muerto de hambre, cansado y con un futuro incierto…. Después de yo no sé cuantas horas nos fuimos a almorzar, por supuesto que allí mismo para seguir después de comer. Comimos unas bolitas de carne deliciosas!!!!
Ya Cho me las había recomendado, pero se quedó corta, de verdad que son divinas…y seguimos con el recorrido… los vecis emigraron más temprano, pero yo no, yo seguí allí hasta el final, al pie del cañón, la más enfiebrada, me quede como hasta las 6:00 pm (desde las 10:00 am apx. que llegamos).
A pesar que se agotó el baúl de mis sueños…
el principal motivo/excusa para ir allí, me fui feliz, eso sí como indecisa y confundida…pues los pies no me daban para más, pero la imaginación pedía otra vueltecita, porsia…. Y es que definitivamente allí hay de todo y para todos los gustos…
